lunes, 21 de octubre de 2019

Crisis económica del 2008


Crisis económica financiera del 2008 en México
En el segundo semestre del 2008, se desencadenó la más grave crisis financiera y económica desde la Gran Depresión.
La crisis financiera se ha convertido en una crisis económica que rebasa la esfera de las finanzas, es de alcance mundial y ha conducido a que las expectativas económicas mundiales se hayan deteriorado rápidamente; se ha vuelto común escuchar noticias sobre despidos masivos, cierres de empresas y caídas en la actividad económica de diferentes países.
Esta crisis financiera tiene diversas causas, si bien la crisis hipotecaria ha sido identificada popularmente como la fuente principal.
El origen de la crisis se halla principalmente en el exceso de gasto y del endeudamiento por parte de los estadounidenses, estimulado por bajas tasas de interés. Una parte de este gasto excesivo se dirigió al mercado inmobiliario, muchas personas adquirieron propiedades por encima de su capacidad de pago o una vivienda adicional con fines puramente especulativos, dando origen a la crisis hipotecaria al presentarse una caída en el precio de las viviendas, misma que se ha reflejado tanto en la reducción del patrimonio de muchas familias que han visto reducida su capacidad de consumo.
Las causas que llevaron ala crisis mundial actual
a)    Sobre producción y caída de la demanda
b)    Exceso de gasto militar y pérdida gradual de las guerras de Irak y Afganistán
c)    Notable incremento del precio de las materias primas
d)    Contracción de los flujos de capital para la inversión
e)    Estrangulamiento de la producción por la especulación
¿Por qué se dio la crisis financiera?
Algunos de los elementos más importantes son:
a)    Colapso del mercado hipotecario de los EUA. B) Severo déficit de los EUA (352.8% del PIB, sus deudas totales. C) Estallido de la burbuja de capital ficticio. D) Debilidad del dólar. E) Contagio de la crisis hipotecaria en el conjunto del capital financiero de los EUA y del capital financiero del mundo.

Después de la burbuja de las acciones de las empresas tecnológicas (las denominadas dotcom) y del ataque terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001, el Banco de la Reserva Federal mantuvo bajas las tasas de interés para darle impulso a la economía y tratar de sostener el crecimiento económico. Las tasas de interés de Estados Unidos alcanzaron niveles históricamente muy bajos. Por su parte, los bancos, frente a la liquidez existente, se volvieron cada vez más creativos para elevar su rentabilidad, desarrollando nuevos instrumentos financieros y métodos para relajar los requisitos a la hora de otorgar préstamos, particularmente hipotecarios, y mantener el riesgo contingente fuera de sus balances.
Se otorgaron un número creciente de créditos hipotecarios, muchos de ellos sin el respaldo apropiado, que luego se empaquetaron como derivados y se vendieron a intermediarios financieros no sólo de Estados Unidos sino también de Europa y Asia. Cuando los precios de los bienes inmobiliarios disminuyeron y los créditos hipotecarios cesaron de pagarse regularmente, la burbuja financiera que se había creado explotó y arrastró no sólo los precios de este tipo de bienes sino también a todo el sistema financiero, por la vinculación que existe de los activos financieros entre sí y con los balances de los bancos e instituciones financieras.
La característica fundamental del sector de los nuevos intermediarios financieros que surgieron en el mercado inmobiliario es que está compuesto principalmente de instituciones fuertemente apalancadas (relación capital a deuda) cuyo capital representa una pequeña proporción de los activos que manejan, por lo que las pérdidas asociadas a los créditos hipotecarios socavaron su capital. Para enfrentar estas pérdidas los intermediarios elevaron su grado de apalancamiento tratando de reconstituir su capital, por lo que actualmente el sistema financiero tiene un gran número de intermediarios financieros apalancados en extremo, e incluso hay instituciones con niveles de apalancamiento de 30 a 1.

El comportamiento del PIB mundial y las fases del ciclo económico
En 2001 el PIB del mundo creció 2.2%, y en 2002 lo hizo en 2.9%; estos años fueron de estancamiento económico; para 2003 se dio una reanimación media con 3.6% de aumento; en 2004 y 2005 hubo una fase de prosperidad con tasas de 4.9% y 4.5%, respectivamente; el auge se presentó en 2006 con 5.1% y 2007 con 5.2%; cayendo la economía a 3% en 2008 y -0.6% en 2009, ya en pleno proceso de crisis.
Es importante señalar que en 2009 las economías avanzadas cayeron en -3.2%, en tanto que las economías emergentes y en desarrollo crecieron 2.4%. Este dato es relevante ya que la recuperación económica recaerá sobre los hombros de los trabajadores de los países menos desarrollados, y éstos transferirán excedentes a las potencias imperialistas para ayudarlas a salir de la crisis. Según el FMI, la economía mundial cerró 2009 con un decrecimiento de -0.6%
El origen del problema hipotecario en Estados Unidos
Gasto excesivo financiado con crédito
Especialmente a partir de 1999, los estadounidenses comenzaron a gastar en promedio más que en años anteriores. El promedio del ahorro personal como porcentaje del ingreso, entre el 2000 y el 2007, fue de 1.5% frente a 5.2% de la década de los noventa o 9% en los ochenta. Hacia el final del 2008 la tasa de ahorro de los estadounidenses ha comenzado nuevamente a repuntar (2.6% promedio en octubre y noviembre). Paradójicamente, los estadounidenses están incrementando su ahorro cuando es más perjudicial para la economía mundial, cuando ésta se encuentra en su peor desempeño desde la Gran Depresión. El ahorro equivale a una reduceón en el consumo actual, por lo que este aumento en la tasa de ahorro tiene un efecto negativo sobre el crecimiento económico en el corto plazo, si bien a largo plazo puede conducir a la economía a un mayor crecimiento vía mayor acumulación de capital.
¿Qué posibilitó el excesivo endeudamiento de los estadounidenses? Además del bajo nivel de las tasas de interés, otra parte fundamental fue sin duda la abundancia de liquidez en el mercado facilitada por los inversionistas extranjeros, con un papel preponderante de los chinos, tal como lo señaló Paul Krugman: “nos endeudamos comprando inmuebles por encima de nuestra capacidad de pago con dinero de los chinos.
Todas la economías avanzadas registraron bajas en su PIB (-3.2% en conjunto), así como las regiones atrasadas de: América Latina (-1.8%), Europa Centroriental (-3.7%), y la CEI (-6.6%). Las únicas tres regiones que sortearon la crisis y crecieron fueron: África del sur del Sahara (2.1%), Asia en desarrollo (6.6%) y el Medio Oriente (más el norte de África) (2.4%). De las economías avanzadas, la que tuvo el mayor retroceso fue Japón (-5.2%), seguida por Alemania (-5.0%), y el Reino Unido (-4.9&). En la unión Europea el PIB cayó -4.1%, en Canadá -2.6% y en Estados Unidos -2.4%. Con esta información, obsérvese que las economías de los países menos desarrollados son las que realizan el gasto fundamental para salir de la crisis económica. Piensese al respecto en países como china que tuvo un crecimiento del 8.7% o India con 5.7%, naciones que se perfilan como pivotes para sortear la crisis en el mundo.
Estancamiento
Una vez que pase la vorágine de la crisis, la economía mundial entrará en una fase de estancamiento económico. Esta se caracteriza por lo siguiente: cierre de empresas, fusiones y adquisiciones; capacidad instalada ociosa; caída de los valores de las acciones; contracción del comercio mundial (del 8.5% de crecimiento en 2006 bajo a 6% en 2007 y al 3% en 2009); transferencias masivas de plusvalía hacia los centros imperialistas mediante las variaciones en el tipo de cambio, lo que hace entrar en crisis a ramas enteras de las economías de donde se sustrae el excedente; destrucción de capital variable, mediante el notable incremento del ejército mundial de reserva de los trabajadores.
Algunas repercusiones de la crisis en la clase trabajadora
La población en el mundo se calcula en 6,900 millones de personas, de las que 5,500 millones forman la clase obrera mundial. En 2009, y con la crisis a cuestas, solamente están empleados 2,500 millones de trabajadores y 3,000 millones están desempleados y subempleados. He aquí una clara manifestación de cómo a los dueños del capital les tiene sin cuidado lo que le pasa a los trabajadores (a sus trabajadores), y en momentos de crisis prefieren prescindir de sus servicios.
La situación se torna más alarmante cuando sabemos que de esos 2,500 millones de personas empleadas, alrededor de 1,300 millones están en la pobreza con un ingreso de 2 dólares diarios; y 750 millones de trabajadores se encuentran en la pobreza extrema ganando 1.25 dólares al día
Alcances y profundidad en la migración
En este contexto resulta pertinente y necesario analizar cuáles han sido los impactos de esta crisis económica de los Estados Unidos, sobre la mexicana a ese país. Al respecto, en diversos medios se ha difundido una idea catastrofista en relación a las consecuencias negativas de la crisis sobre la migración y las remesas. Desde esta perspectiva, la migración y las remesas configurarían un canal de transmisión adicional a través del cual se transferirían hacia México gran parte de los efectos negativos de la crisis económica que afecta a los Estados Unidos.3 Por un lado, el retorno masivo de migrantes generaría una presión excesiva sobre el mercado de trabajo local, y por otro lado, un virtual desplome de las remesas, tendría impactos negativos directos e indirectos que ahondarían el ciclo recesivo.
En diversos textos se señala que como efecto de la crisis económica actual, esta tendencia de crecimiento se habría frenado casi por completo, producto principalmente de un sustancial incremento de la migración de retorno. La pérdida de empleos y oportunidades económicas en los Estados Unidos, junto a la consolidación de políticas restrictivas y discriminatorias en materia de migración, habrían derivado en un freno de la emigración, y un impulso del retorno de una alta proporción de los mexicanos residentes en ese país. De esta forma, algunos autores incluso auguran que la crisis económica actual constituiría un punto de inflexión en la dinámica y tendencia de la migración mexicana, planteándose la posibilidad de la emergencia de una nueva era en la migración laboral entre ambos países.
Salidas de la crisis: el papel del Estado
El papel del Estado ha sido fundamental para atisbar la recuperación económica. El mecanismo utilizado ha sido la política económica: en este sentido el gasto público ha sido prioritario, dejando para un momento posterior a la política monetaria. Además, lo importante en estos momentos es revertir la deuda pública. Las economías emergentes en este aspecto no tienen mucho problema, ya que su deuda representa el 30 o el 40% del PIB, pero la economías avanzadas si tiene dificultades mayúsculas, ya que sus deudas están cerca o sobrepasan el 100% del PIB. Para hacer esto se necesita incrementar la base impositiva y diversificar la inversión.
La intervención de los Estados para contener el curso de la crisis arroja así un resultado de dos caras: contiene la caída de los negocios privados a costa de absorber la crisis e incentivar la gestación de una nueva burbuja de deuda pública. El problema reside en que, por un lado, la deuda pública constituye, como decía Marx, el más ficticio de todos los capitales ficticios ya que carece de cualquier tipo de contraparte real. Por otro lado, en el primer acto el Estado actuó como garante de los negocios capitalistas; en un segundo acto, si efectivamente el blanco lo constituyen los Estados, ¿quién va a rescatarlos?
Espejos de la crisis económica mundial
La crisis financiera global, derivada del colapso de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos en agosto de 2007, se expandió rápidamente hacia otros sectores dando lugar a una profunda recesión económica mundial. Paralelamente, la crisis ambiental se agudiza y las crisis energética y alimentaria se agravan como resultado del incremento de los precios de los combustibles y de los comestibles. Las crisis financiera, económica, energética, alimentaria y ambiental cuestionan seriamente a las políticas neoliberales y ponen en crisis al actual modelo de acumulación de capital.
La crisis alimentaria, provocada por el incremento dramático de los precios de los alimentos, ha afectado el derecho a la alimentación –uno de los derechos humanos más importantes– y ha empujado a una sexta parte de la población mundial y a una quinta parte de la mexicana a una situación de hambre. La situación, ya de por sí dramática, se puede agravar, pues varias de las causas que provocaron el aumento desmesurado de los precios son estructurales y pueden provocar nuevas alzas en el futuro inmediato. Por eso, en el marco de la gran crisis del sistema capitalista, la alimentaria es la más importante.
La grave situación alimentaria, que vivió su fase más crítica el primer semestre de 2008, ha demostrado una vez más que el mercado por sí solo no resolverá el problema, pues tiene fallas profundas. Se requiere un cambio de paradigma: pasar de la “seguridad alimentaria” a la “soberanía alimentaria”, y en este cambio de paradigma es fundamental poner atención nuevamente en la agricultura, impulsar la participación de los pequeños productores de alimentos y reorientar las funciones del Estado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario